miércoles, 21 de junio de 2017



CAPÍTULO SEGUNDO:

Seguimos con la misma persona entrevistada

Le pido a la persona que entrevisto, que este capítulo, lo escriba él, para evitar que yo haga interpretaciones de lo que me cuenta y porque creo que es bonito y terapéutico escribir, está tal cual me lo ha pasado para guardar la esencia de su escritura y sus sentimientos.
Al acabar publico la entrevista después de conocer un poco más  a la persona




Al tener que salir de casa calle del Suspiro n° 7 por inundaciones, nos trasladamos a un centro de acogida por el barrio de las Quinientas Viviendas. Era como un aparthotel con jardines y un gran porche. Recuerdo que teniamos una habitacion para dormir, mis hermanas pequeñas no estaban con nosotros, a ellas las acogieron en el mismo internado en el que yo estuve desde los ocho a los once años Colegio Nuestra Sra. del Pilar.

Recuerdo que un dia vino a vernos mi hermano Miguel, el ya había salido del mismo internado donde ahora estaban mis hermanas. Se quedó incluso  a dormir con nosotros, recuerdo que ese dia, me vino un ataque de llanto y sentimiento que no podía evitar, no recuerdo en mi vida haber sentido tanto dolor en ese llanto y gemidos incontrolables.

Creo que la pena que sentía era debido a la relación en la que nos encontrábamos con mis hermanas mayores y mis tías las hermanas de mi madre, ella se había liberado de Pedro el padre de mis hermanas pequeñas por su fallecimiento y aun no acababan de aceptar su situación. Mi madre siempre había sido muy independiente y hacia ipso - facto lo que le parecía.

Mi hermano estaba enmedio con la carencia de tantos años de su madre y en solidaridad a ella y en rebeldía a mi hermana mayor María, recién casada con la que vivía, se quedó con nosotros.

Mi hermano Miguel al que yo adoraba me entendía e intentaba consolarme. También recuerdo vagamente que entonces mi hermano era recriminado por mi  hermana y mis tías por su comportamiento independiente y rebelde, estaba en un grupo de música muy actual y original, el tocaba la trompeta y también cantaba.Quería vivir la vida despues  de tantos años interno, la verdad es que mi hermano merece un capítulo entero de su intensa, rica, esplendorosa y a la vez corta experiencia nublada por su enfermedad mental.

Bueno me he extendido mucho antes de hablar del nuevo marido de mi madre, "Guillermo el Pescador" de hecho ya no ejercía de Pescador el hombre lo habían prejubilado, debido a su reuma por sus largos días y noches en alta mar, al parecer se había separado de una mujer la cual lo manipula y engañaba a su antojo.

Recuerdo que vivía con su madre cuando casualmente tuvieron inundaciones en otro barrio de Almería, creo que su madre influyó mucho para que mi madre y Guillermo acabaran juntos. Así que cuando acabaron los arreglos de la casa nos volvimos a ella y mi madre lógicamente se trajo a su amado, yo lo entendía, pero la verdad, es que me sentia incomodo.
He de reconocer que Guillermo defendía a mi madre a capa y espada y eso me gustaba, pues ella se lo merecía,  un hombre que la cuidaba, aunque estaba prejubilado cada dia iba al puerto para estar en su ambiente y nunca nos faltaba pescado del dia en casa, era un buscavidas; con su bolsillo de la camisa a tope con la cartera, dos paquetes de tabaco y no se que mas, su super bolsillo era el símbolo de su opulencia, feliz, generoso y con un genio…... cuando se enfadaba con alguna tontería  se rompía hasta la ropa, tartamudeando graciosamente.


Guillermo  era un hombre pintoresco que despertaba cierta burla por su comportamiento con la gente, pero sobre todo era muy buen hombre y un gran apoyo para mi madre. Al poco tiempo nos mudamos a otra casa más grande en el mismo barrio y vinieron también mis hermanas las pequeñas, ellas no eran felices internadas, vivimos una época bonita recuerdo que jugábamos y nos reíamos mucho, teníamos complicidad y necesidad de querernos mucho, para ellas yo era su hermano mayor que siempre había cuidado de ellas..........

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