¡¡¡¡¡¡ QUE A GUSTO
ME HE QUEDADO !!!!!!!
Le hago esta entrevista, después de un día bonito, un día de
sol, buen clima, buena compañía.. Me comenta que ha comido bien, que ha estado
rodeada por los suyos y que está a gusto. Para guiar un poco la entrevista le
he hecho una serie de preguntas y ella me ha contestado lo que le ha salido del
corazón, en algunos momentos le han invadido las lágrimas, en otras la
nostalgia, en otras la tristeza: como la vida misma…
Pero para mí ha sido un ratito muy muy satisfactorio, he
conocido un poco más a esa persona.
Se ha “desnudado” un poco conmigo y ha dicho en voz alta
sentimientos muy suyos, sí, ha llorado. ¿Y qué?
Hablar a veces es tan bueno, y es curativo.
En ningún momento he opinado, o guiado lo que dice. Sólo
ella, en estado puro. Yo soy un mero
transcriptor, que plasmo en un papel un resumen de lo hablado y aprobado por
ella, sin añadir nada que pueda desvirtuar sus sentimientos.
Perdonad una pequeña nota: la persona ha elegido el
anonimato. Y en lo posible me gustaría que todos lo respetásemos. De qué forma:
no jugando a intentar adivinar quién puede ser la persona, sino centrándonos en
lo que ha dicho o quiere decir. Simplemente, se trata de leer un relato
verídico de alguien que abre su alma para viajar a su interior, que lo expone
libremente, lo que quizás sirva para sus curar heridas o para ayudar a curar las de
otras personas. Gracias
RECUERDOS
El peor recuerdo que tengo es mi etapa en el colegio. -Se le
hace un nudo en la garganta, sus ojos se humedecen y caen algunas lágrimas. Se
nota que aunque a pasado el tiempo, ese capítulo le marcó-. Soy una persona muy
sensible y eso a veces se paga caro. Estoy convencida que sufrí maltrato
psicológico, por parte de mis compañeras de clase y también por alguna que otra
profesora. Físicamente no destacaba por nada en particular, a excepción que
tengo las orejas un poco despegadas, herencia familiar. Eso sirvió para ser el
centro de las burlas de mis compañeras. me llamaban Dumbo. En el mismo colegio
me apunté al equipo de baloncesto. Eso fue la peor idea que tuvimos. Hasta la
entrenadora se metía conmigo, incluso me dió algún que otro pelotazo en la
barriga por no ser lo buena que ella esperaba que fuese. Algunas del equipo
venían a mi casa y tocaban el timbre y por el interfono se reían de mí. Yo no
quería ir al colegio. Mi madre fué a hablar varias veces con mis profesoras,
pero como pasa en estos casos, el problema era mío. Era “demasiado sensible”.
¿Será posible que cada uno no pueda ser cómo es? Yo lo reconozco, me afectan
muchas cosas, pero eso ¿ha de ser motivo para que me hagan sufrir?
¿Por qué las profesoras han de empeñarse en cambiarme? Están
para enseñarme las materias académicas y para protegerme de las persecuciones
de algunas de mis compañeras.
Lo peor que le puede pasar a una persona es sentirse sola. Y
yo me sentía así en el colegio. No estaba integrada en ningún grupo y esa
soledad hizo que los días en el colegio se me hiciesen interminables. Aguanté
como pude la EGB.
Un buen recuerdo que
tengo, por dar alguno positivo, es el de una profesora que me dejaba sacarle
punta a los lápices y ayudarla en algunas tareas, esa señorita me hizo un poco
más liviano el curso. Como despedida, las profesoras me regalaron el consejo de
que no me matara en seguir estudiando, porque era un poco vaga y no servía para
los estudios. Menos mal que una profesora que siempre creyó en mí, me ayudó y
pasé a un instituto concertado.
¡¡Qué cambio!! Tenía
buenas compañeras, buenas profesoras, me animaban a seguir estudiando, tocaba
la guitarra en el coro…. en fin, tengo un maravilloso recuerdo de esa etapa.
¡¡Qué diferencia!!! Yo seguía siendo una chica con mucha
sensibilidad, pero eso no era un problema, si acaso una virtud. Mis orejas eran
las mismas, pero ya nadie se reía de ese “defectillo” que durante tiempo me
marcó. Mis compañeras me veían a mí…
Y eso me sirvió para aprobar mis estudios sin más problemas,
como cualquier alumna.
La satisfacción que me queda es que años después, ya con el título de
Secretaria de Dirección, un día al volver de las prácticas del mismo me encontré
con algunas de las "educadoras" de EGB en el metro. Aún después de
tantos años sin saber nada de mí, me preguntaron que de dónde venía, les dije que de trabajar, su respuesta me
dejó perpleja: " Ya te dijimos que no serías capaz de sacarte un título". Mi gran satisfacción fue poder responderles:
"Sí que me he sacado el título y además el grado superior, lo que estoy
haciendo ahora son las prácticas que necesito para recibir el Título
oficial". ¡Qué a gusto me quedé! ¡Qué orgullosa de mí misma! y ¡qué zasca
en toda la boca!!. A esas personas ¿se las puede considerar educadoras? Yo que
además después he estudiado también para Educadora infantil, considero que no
lo son.
MI PRIMERA COMUNIÓN
La recuerdo con tanto cariño… primero porque la hice super
convencida de lo que hacía. Cuando un niño hace algo muy convencido, sin ser
llevado a la fuerza, ni motivado por fiestas ni regalos, siente en el corazón
algo muy grande. Y sentir que Jesús venía a mi corazón me parecía lo más. Con
esa pureza que se tiene a esa edad, las cosas tienen mucha importancia, aunque
los adultos no sepan apreciarlas.
Durante la comunión, mi hermano me cantó con su guitarra.
Compuso una canción para mi. ¡¡Que orgullosa me sentí!!
Fuimos a un bar a celebrar la Comunión y tengo el recuerdo
de que estaban las personas que quería que estuviesen. Algunas ya no están con
nosotros y se les echa en falta. Que Dios les tenga en su gloria. Comimos,
bebimos y sobre todo nos reímos mucho con alguna que otra salida de un primo
nuestro que era la monda...por desgracia es uno de los que ya no están con
nosotros, pero que seguro que está haciendo de las suyas en el cielo.
Me pide Miguel que me defina en palabras, después de pensar un rato, me han
salido éstas de muy dentro:
Miedosa
Amable
Insegura
Sencilla
Cariñosa
No es fácil definirse a uno mismo, sin ser ni demasiado
condescendiente, ni demasiado dura. Que sepa transmitir eso, no lo sé. Pero que
siento que soy así, sí.
Aclaración:
¡Me cuesta tanto dar algún paso! Lo de asumir riesgos, en algunas cosas no es
para mí. ¡Necesito tantos puntos de apoyo! Por eso digo que soy miedosa e
insegura. Salir, como dicen ahora los modernos, de mi zona de confort, me
cuesta. Aunque creo que soy capaz de más cosas de las que yo misma creo.
MI FAMILIA
Tengo una familia
buena, cariñosa, amable, pero he de reconocer que en algunos momentos me han
educado estrictamente. Antes, y sobre
todo a las chicas, se les educaba un poco restrictivamente. Así como en
momentos duros me he sentido protegida, animada y comprendida, en algunos otros
me he sentido completamente incomprendida. ¡Qué dificil es ser padre/madre!
Pero, a veces, hay que darse cuenta cuando un hijo necesita que le comprendan,
no que le regañen. Tenemos que tener más conversaciones con nuestros hijos y
cuando digo conversaciones, digo ESCUCHARLOS. La adolescencia es una etapa
difícil para los padres, pero también para los hijos. Creemos que educar a
nuestros hijos es hacer lo que a nosotros nos parece que está bien, y
seguramente en muchos casos es así, pero en otros, necesitamos escuchar más a
nuestro hijo, ponernos en su lugar, con sus sentimientos, no con los nuestros,
con sus experiencias, no con las nuestras y entonces dar un buen consejo.
Puedo hablar muchísimo de mi familia, pero entonces yo tendría
que escribir en un blog….
PENSAMIENTOS
Si le tuviera que dar un consejo a alguien más joven que yo
y viendo mi experiencia, sería:
Haz lo que tengas que hacer, lo que quieras estudiar, sin
pensar en las salidas económicas, lucha por lo que te gusta. Sé sincero/a
contigo mismo…
Yo quise estudiar magisterio de niños porque es lo que me
gusta y acabé estudiando administrativo porque tenía más salida. En aquellos
tiempos también había baja natalidad.
Siento que he llegado tarde a algunos sitios. Ya sé que dicen
que siempre puedes volver a empezar cosas, pero en según qué edades la
orientación es tan importante…
Para mí la felicidad es estar a gusto con las cosas que
hago, estar a gusto conmigo misma, estar con los míos. Seguir con la vida que
he elegido, con el marido con el cual me casé...Si acaso me gustaría tener un
trabajo más estable…
Pero quiero ser YO MISMA
UN MIEDO
Me gustaría eso sí, vencer algunos de mis miedos, me
pregunta Miguel cual es mi peor miedo…. y respondo rápido. Quedarme sin mi
marido...Ha tenido algún que otro problema de salud, me ha dado algún sustillo
y estoy tan compenetrada con él, tenemos la vida que hemos elegido. Si acaso,
hubiésemos querido tener algún hijo… pero estamos tan bien juntos
Que reconozco que me da miedo quedarme sin él.
SENTIRME ÚTIL
Por mi carácter y por mi educación, siempre que puedo o
siempre que me lo piden, intento ayudar en lo posible. Me siento orgullosa, en
general, de ser una persona que ha aprovechado su sensibilidad en beneficio de
los demás. Una cosa que me marcó fue que, en uno de mis trabajos, me enteré de
que la señora de la limpieza era
maltratada por su marido. La ayudé todo lo que pude. La acompañé a denunciar a
su marido en la comisaría de los Mossos d'Esquadra. La llevaron a un piso para
protegerla. Le aconsejé sobre algunos amigos que tenía y que ayudaban al marido
a localizarla. Era una situación muy bestia. De repente esa persona desapareció
y no he vuelto a saber de ella, no hubo manera de saber qué había pasado. Pero
mientras ella me necesitó, allí estuve yo.
CÓMO IMAGINO MI
FUTURO?
Rodeada de las personas que me quieren y a las que
quiero.........sin grandes pretensiones..quizás un trabajo más estable
No hay comentarios:
Publicar un comentario
el autor eliminará los comentarios cuyo lenguaje o contenido se consideren inapropiados para ser leídas por público de cualquier edad, raza o religión.